Algunas páginas web detectan que tienes un bloqueador de anuncios funcionando y te piden amablemente que lo desactives, así ellos cobran por la aparición de publicidad en su página (impresiones, creo que se llama). En algunos casos la navegación con anuncios se vuelve un suplicio.
Este es el aspecto de una página de Phoronix, un reconocido sitio de noticias relacionadas con Linux y el software libre, con el bloqueador de anuncios de Gnome Web activado.
El diseño y la posición del texto es, en mi opinión, muy correcta para leer la noticia. La página carga muy rápido y se puede navegar por ella de forma suave y rápida.
Salta el siguiente aviso, pidiendo que desactives el bloqueador:
De acuerdo, desactivamos el bloqueador. El navegador recarga la página y...
2 anuncios se han comido la mitad de la ventana del navegador verticalmente. Otro anuncio a la derecha se ha comido un cuarto del espacio horizontal. Y en esta instantánea aún no había cargado el anuncio inferior que también va a necesitar su espacio vertical.
Resultado: la noticia apenas se ve el titular y tres líneas. Al tener que renderizar los anuncios la experiencia de navegación se deteriora. Y los anuncios no son estáticos, van recargando y cambiando cada cierto tiempo.
Si bajas para ver el resto de la noticia, nuevos anuncios se van añadiendo. Otros anuncios se recolocan al hacer scroll, dando más trabajo al navegador:
Y al poco de estar leyendo la noticia, como no has tenido suficiente publicidad, te salta un popup con otro anuncio. Intrusivo e innecesario:
No se ustedes, pero yo así no puedo navegar. Un gran tablón publicitario donde el contenido pasa a un segundo plano. He vuelto a activar el bloqueador de publicidad.
Se ha regresado a la época de finales de los 90 y principios de los 2000, con publicidad invasiva e indiscriminada. Vendiéndote cosas que no has solicitado ni saben si te interesa. Persiguiendo el scroll y recargándose si las cierras.
Todo el mundo tiene derecho de configurar su web como crea conveniente. Y recibir compensación por su trabajo, de la manera que estime oportuno. También de no dejar acceder a aquellas personas que tengan un bloqueador de publicidad, como ya ocurre en algunas páginas.
Yo también tengo derecho a configurar mi navegador para que bloquee semejante atrocidad. Y si no me dejan entrar en la web, de acuerdo, toca irse a otro sitio.
Temas como este, te hacen apreciar más la Small Web.
01/05/2025 - Personal